Las enfermedades de la piel generan una gran preocupación en los tutores porque afectan al bienestar de sus perros. Además, se trata de enfermedades multifactoriales, es decir que hay muchos factores que están implicados en la aparición y desarrollo de la enfermedad. Algunos de estos factores son ambientales, pero otros se refieren al sistema inmunológico del animal que reacciona de forma exagerada a ellos. Una de las enfermedades de la piel que se presenta con mayor frecuencia es la dermatitis atópica en perros. Vamos a descubrirla en más detalle.
¿Qué es la dermatitis atópica canina? ¿Qué factores están implicados?
La dermatitis atópica canina (DAC) es una enfermedad que causa inflamación de la piel y comezón muy intensa. Su origen y desarrollo son, en parte, todavía desconocidos, aunque sabemos que está influenciado por la genética del perro, que, en combinación con otros factores del entorno, hace que su organismo reaccione de forma exagerada a determinadas sustancias. Se ha estimado que un 10-15 % de la población canina está afectada por esta enfermedad.
Se reconocen diferentes factores genéticos y ambientales:
- Enfermedades alérgicas: reacciones individuales a la picadura de pulgas (DAPP), a factores ambientales (DAC) por contacto con algunas sustancias en el ambiente (detergentes, plantas, sustancias químicas).
- Alergias alimentarias: debido a la extrema variabilidad genética individual, pueden solaparse a los factores ambientales porque los perros se vuelven más reactivos a todo lo que procede del ambiente exterior.
- Genética del animal, por lo que el animal está predispuesto a desarrollar la enfermedad por defectos en la constitución de su piel como barrera a la aparición de enfermedades.
- Parásitos de la piel: pulgas, ácaros y piojos.
- Infecciones microbianas: bacterias, virus o levaduras que en condiciones normales habitan la piel del animal y que, en caso de que haya un desequilibrio, pueden contribuir al cuadro de la enfermedad.
- Enfermedades autoinmunes, sobre todo de la piel, pero también generales.
- Enfermedades tumorales, como el linfoma cutáneo.
¿Cuál es el mejor tratamiento para la dermatitis atópica en perros?
El tratamiento de la atopia en perros no es curativo, pero ayuda a controlar la enfermedad. En primer lugar, se deben controlar los signos ya presentes en nuestro perro, como la comezón y las posibles infecciones secundarias, para mejorar el bienestar del animal y evitar complicaciones. En segundo lugar, se debe actuar sobre aquellos factores ambientales que pueden exacerbar la enfermedad.
El médico veterinario adaptará siempre el tratamiento a cada perro, siendo prioritario aliviar el sufrimiento y la incomodidad que la comezón y las complicaciones producen al animal.
Atacar las causas ambientales es la clave para tener la dermatitis bajo control: si en el entorno reducimos todos los factores que pueden hacer reaccionar al sistema inmunitario del perro, lograremos reducir o eliminar los signos.
Bravecto® para controlar los factores ambientales de la dermatitis atópica
Una desparasitación externa eficaz evita que la presencia de pulgas pueda desencadenar un empeoramiento de los sígnos de la dermatitis atópica en perros. Sabemos que, la alergia a la picadura de la pulga es la más frecuente en los perros y es un factor que potencia la aparición de la dermatitis.
La desparasitación externa con Bravecto® ha demostrado ser eficaz en la eliminación y prevención del 100 % de las pulgas del animal y del ambiente. Su acción rápida impide a las hembras poner huevos viables y, de esta manera, seguir su ciclo de vida en el ambiente, evitando la reinfestación del animal.
La duración prolongada de hasta 12 semanas de Bravecto®, implica una protección constante que no se reduce al mes de administración como puede suceder con otros antiparasitarios.
Además, en el caso de la dermatitis atópica en perros, es posible que tengamos que aplicar productos o baños en la piel. Bravecto® se suministra por vía oral, así que el perro puede bañarse cuando lo necesite sin problemas de reducir su efecto de protección como puede suceder con aquellos antiparasitarios que se aplican directamente en la piel del perro.